
Autoridades y especialistas señalaron que el estrés, la preocupación por la cuenta y la competencia por pasaje agravan la agresividad, reflejando una problemática estructural.
Los recientes episodios de confrontación entre transportistas en Tuxtla Gutiérrez reabrieron el debate sobre la violencia vial y la responsabilidad de quienes trasladan diariamente a miles de pasajeros.
De acuerdo con especialistas, la agresividad de los choferes no solo responde a la competencia por el pasaje, sino también a presiones económicas, largas jornadas y condiciones climáticas extremas. “Los problemas económicos hacen que alguien piense que entre más prisa le ponga algo, más posibilidades tiene de conseguir recursos”, explicó el psicólogo Gregorio Camacho, al señalar que las altas temperaturas incrementan el nivel de estrés.
Camacho añadió que la falta de atención psicológica, médica y nutricional agrava la situación, sumada al consumo de bebidas energizantes para soportar turnos extensos, lo que provoca irritabilidad y alteraciones emocionales.
Autoridades recordaron que los choferes involucrados en riñas cometieron violaciones al artículo 97 del Reglamento de Tránsito, que sanciona con hasta 14 UMAs impedir el ascenso o descenso de pasajeros y generar disturbios en la vía pública. “Estamos en un periodo de amonestaciones, pero en estos casos aplicaremos el reglamento, porque es una demanda de la ciudadanía”, advirtieron.



























