Con un amplio historial curricular en filas de Grupo Azteca, el mismo que evita pagar impuestos, el pevemista Luis Armando Melgar hoy busca la silla en Chiapas
Luis Armando Melgar tiene 57 años de edad, de los cuales, 20 han estado al servicio de Grupo Azteca, el mismo que debe 39 mil millones de pesos en impuestos al país, según lo reportado en marzo pasado por Reforma.
Ese vínculo con la televisora del Ajusco le ha dado ventaja en cada puesto al que ha aspirado, pues ha sido el medio que lo ha difundido en cuanto noticiero es posible sacar su imagen y ahora ha vuelto al ruedo por la gubernatura de Chiapas.
Luis Armando Melgar tuvo su carrera política en el PRI, el partido al que abandonó cuando el Verde inundó el estado y los cargos públicos de manera exagerada.
El hoy diputado federal por el Distrito 13 de Huehuetán, al que seguramente jamás ha vuelto -pues recientemente se le vio haciendo presencia en un torneo de futbol en la colonia Patria Nueva de Tuxtla Gutiérrez- se ha enfilado entre los aspirantes a gobernar Chiapas, bajo el slogan “Tenemos con qué”.
Sin embargo, queda duda sobre la legitimidad del político cuando sale a relucir el nombre de Omar Fernando Rosales Toledano, quien fuera su secretario particular.
Ese nombre de horror feminicida fue ligado varias veces en diversos medios con Melgar Bravo pues, aunque el sujeto fue encarcelado bajo declaración por la muerte de Viridians “F” en el año 2013, apenas 5 años después fue liberado.
Y la mancha sobre la conciencia del político fue tal que, a pesar de que “llamó” al autor de la muerte de la joven de 21 años -a quien arrojó del puente San Cristóbal tras matarla- para que se entregara, también fue señalado como el interventor para que una jueza lo sacara de prisión, que a la postre le costó su propia libertad.
Sobre la legalidad de sus aspiraciones, es derecho de todo ciudadano que cumpla las leyes, aunque en el caso de Melgar Bravo estas se limitan a la reciente sanción por parte del Tribunal Electoral del Estado, por considerar que “es administrativamente responsable por promover su imagen de manera personalizada”.
Todo fue por andarse adelantando a los tiempos y declarar que sí, que efectivamente buscaría la gubernatura, y por un contrato con -otra vez- Fundación Azteca para promover su imagen a través de espectaculares.
De esto fue señalado como responsable, cosa que no le quitó el sueño. De lo otro, de Rosales, es una sangrienta mancha difícil de borrar.