Mientras algunos deciden dormir en campamentos en las calles en forma de manifestación hay otros que lo hacen por necesidad, por cuidar a familiares que están internados en hospitales.
La zozobra de la salud de sus seres amados no es la única preocupación, y es que aunado a esto el servicio que brindan los hospitales en Chiapas es pésimo, pues aunque los médicos y enfermeras quieran ayudar no cuentan con medicamentos, insumos y equipos actualizados.
ENTRE EL CALOR Y LA LLUVIA
En días pasados una ola de calor afectó a gran parte del país, en la capital chiapaneca la temperatura rebasó los 37 grados, y con esas inclemencias padres de familia que tienen internos a sus hijos en el Hospital Pediátrico tuvieron que dormir en caluroso asfalto.
Con un par de lonas, lazos y cartones los padres de familia tuvieron que aguantar las calurosas mañanas y noches, situaciones que pasan desapercibidas ante el dolor y la desesperación de enfermedades como el cáncer y las cardiopatías.
Las lluvias han llegado, y ahora además del calor la gente que tiene instalado el campamento frente al Hospital de Especialidades Pediátricas debe ver la manera de que el agua no se filtre en los campamentos.
La mayoría de las personas que viven en estas condiciones son de escasos recursos, y lo poco que tienen lo usan para gastos médicos de sus familiares, quienes no saben que afuera de los hospitales sus padres enfrentan la lucha de vivir en la intemperie.
De las autoridades del sector salud, ni hablar, si ni siquiera tienen para medicamentos, mucho menos para ayudar a los familiares de los pacientes.