La reinvención laboral de las víctimas del COVID

206

Pandemia, el efecto que impulsó al emprendimiento

“Soy mujer emprendedora y transformadora”, fue como María del Rocío Fuentes Nieves se identificó tras explicar que con la pandemia declarada en 2020 por el COVID-19, el emprendimiento la salvó de la depresión.

“El COVID para mi fue una etapa muy difícil porque yo perdí una hija de 33 años, yo me quedé con COVID también, con el 25 por ciento de mis pulmones y gracias a Dios estoy de pie”, señaló sollozante.

Captura de pantalla 2025 12 03 a las 3.12.44 p.m La reinvención laboral de las víctimas del COVID

De acuerdo a datos de la Gaceta UNAM, el 28 de febrero de 2020 fue anunciado el primer caso confirmado en el país, un hombre que había viajado a Italia. Fue el 8 de marzo, cuatro días antes de que la Covid-19 fuera declarada pandemia por la OMS, cuando en México se reportaban 45 casos.

“Cuando yo empecé este emprendimiento yo estaba con una depresión fatal, muy fuerte, y gracias a mis compañeras comencé a ir a cursos, me levanté”, dijo Rocío con voz entrecortada.

En Chiapas, fue un 1 de marzo de 2020 cuando la Secretaría de Salud anunció el primer caso confirmado de COVID-19. Una joven de 18 años que había regresado a Tuxtla Gutiérrez desde Milán, Italia, donde se encontraba estudiando.

Para María del Rocío la pérdida de su hija ha significado una etapa de sentidos altibajos, desde emocionales, hasta los físicos y económicos, sin embargo, su optimismo y fe, pero sobretodo, el respaldo de su familia y amistades, le han permitido superar la adversidad.

“Yo siento que tú te pones las barreras, definitivamente, yo siempre he dicho que los límites son mentales, tú te bloqueas, pero si tú le das libertad a tus proyectos, a tus ideas, vas de frente y más si vas acompañada, para mi son muy importantes mis compañeras”, apuntó.

Rodeada de pequeñas bolsas con semillas, María del Rocío Fuentes Nieves afirma optimista que a pesar del dolor que la pérdida le dejó, es la memoria de su hija  la que le ha dado la fuerza para salir adelante, incursionando en ámbitos que antes no había imaginado.

“Me duele, claro que le duele, pero yo sé que ella ha abierto muchas puertas para que yo sea una mujer con una visión diferente, luchona, me enseñó a ser guerrera”, remató.

La sonrisa franca y una mirada llena de ilusión reflejan la visión de la vida que ahora tiene, donde la resiliencia se ha convertido en el mejor instrumento para hacer frente a los retos venideros.

“Tenemos tantas cosas que dar, tantas cosas que aprender, nosotros nos hemos curtido con el tiempo, a través de las vivencias pero tenemos que estar dispuestas a aprender y sobretodo a renovarnos día a día, el día de hoy es una oportunidad”, concluyó.

.

Deja un comentario