Trabajaba haciendo “malabares”
El menor de 8 años de edad, quien sería originario de Palenque, trabajaba en un crucero de Mérida, donde fue embestido por una camioneta
Iker tenía 8 años y trabajaba haciendo “malabares” en calles de Mérida, Yucatán, esas mismas calles que serían testigo de su muerte inesperada.
El caso toma especial relevancia, no solo por el hecho y la edad de la víctima, sino porque se trataría de un niño chiapaneco, originario del municipio de Palenque.
La noticia corrió como el agua, al darse a conocer que el pequeño perdió la vida tras ser embestido por una camioneta conducida por una mujer, quien se dio a la fuga, aunque trasciende que se habría entregado a las autoridades.
Según se ha difundido en internet, en el acta de nacimiento de Iker figura únicamente el nombre de su madre, Laura Pérez López, sin mayores datos. Y se ha revelado con la intención de dar con su paradero, pues afirman, nadie se ha presentado a reclamar el cuerpo en el Semefo de Mérida.
También se informó que el pequeño “trabajaba” junto a otros dos niños en la colonia México, con quienes hacía piruetas para obtener limosna de la gente.
Este caso llevó a vecinos de la zona a levantar la voz en protesta por su muerte y a denunciar la explotación de menores de edad indígenas en esa entidad.
De acuerdo a medios de Yucatán, el gobierno de Chiapas ya tiene conocimiento del caso.