Tuxtla Gutiérrez.- La pandemia de Covid-19 dejó pérdidas humanas y económicas a las familias por lo que la población pasa por un “duelo generalizado”, mismo que se acrecienta en fechas especiales como lo es la Navidad y el Fin de Año, dijo Luis Alberto Cabrera Victoria, director de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Unicach.
El especialista mencionó que en estas fechas la población suele experimentar un tipo de “depresión invernal”, sin embargo este año el sentimiento puede ser mayor porque la ciudadanía ante “la pérdida de un ser querido, trabajo o bien de la vida como la conocíamos” ha perdido la “añoranza por la Navidad”.
“El duelo no es solo para aquellos que perdieron un familiar por la pandemia, es para todos, los perdieron un trabajo, un proyecto o en general la vida misma como la conocíamos porque el hecho de ya no poder salir libremente o vivir sin el miedo a enfermarnos afecta gravemente, por eso mucha gente no está interesada en las fiestas de 24 y 31 de diciembre”, indicó.
Cabrera Victoria señaló que ante estas situaciones es vital que las familias sean “transmisores y emisores”, es decir que exista la confianza para que cada miembro diga “lo que piensa, siente, lo que le gusta y disgusta”, ya que si no se logran estos canales de comunicación se pueden “fomentar conductas y factores de riesgo”.
Recomendó que para la cena de Nochebuena y la de Fin de Año aquellas familias que perdieron un familiar pueden realizar “rituales de despedida”, aunque enfatizó en que estos tendrían que ser acompañados de especialistas.
“Desde la perspectiva de la tanatología una de las cosas que se recomienda realizar es la honra a la imagen de la persona, recordarla como fue, que le gustaba, que no le gustaba y que quisiera que hiciéramos esa noche. Este tipo de rituales crean una especie de cierre y una despedida. Hay muchos ejercicios pero lo mejor es que lo hagan en compañía de un profesional porque también se pueden crear desbordes, que no están mal pero no queremos que se salgan de control”, concluyó.