Por tercer año consecutivo el Club Sibarita ha celebrado una nueva edición de su festival gastronómico, que busca poner en valor la alta gastronomía mexicana. Creado por Carolina Molina Marrufo y Jean Philippe Gillot Lomelín, Club Sibarita está llamado a convertirse en uno de los grandes eventos gastronómicos del país, ya que destaca por la pluralidad de sus chefs y la gran variedad de los platos y productos que se presentan.
La edición de este 2019 tuvo lugar entre el 20 y el 22 de febrero en Mérida, Yucatán. Un año más, los fundadores del Club Sibarita escogieron diversos restaurantes y locales para llevar a cabo las diferentes iniciativas gastronómicas que englobaban el programa oficial. La elección de Yucatán de nuevo como sede de este festival radica en la importancia de esta región como referente turístico gastronómico.
En la actualidad, la gastronomía ha aumentando notablemente su reconocimiento dentro de la sociedad. El proceso de elaborar diversos platos ha dejado de ser una actividad mecánica para convertirse en todo un desafío creativo en busca de nuevos sabores, formas y texturas. La visibilización de la importancia de llevar una vida sana y saludable, tanto para aquellos colectivos como los deportistas en los que la alimentación es un pilar básico de su vida profesional, como para la sociedad en general, ha ayudado a difundir una cultura popular en la que la gastronomía ha adquirido un nuevo papel. Es por ello por lo que este sector ha alcanzado una enorme proyección turística a nivel internacional, convirtiéndose en uno de los mayores reclamos de los viajeros que visitan países con una cultura completamente diferente a la suya.
En este sentido, Club Sibarita se vale de una de las regiones más visitadas de México, tanto por turistas internacionales como nacionales, para aumentar el impacto del festival. Bajo el lema “Emociones Sibarita” la edición de este año tenía como objetivo mostrar la fusión entre la tradición y la innovación, la creatividad y los valores de una cocina que pasa de generación en generación. De esta forma, además de platos elaborados a partir de las técnicas más vanguardistas, también se pudieron degustar platos tradicionales de diferentes regiones mexicanas. Así, la gastronomía chiapaneca estuvo presente en el festival con algunos de sus platillos más representativos como los tamales de chipilín o los plátanos fritos. Junto a ellos también estuvieron elaboraciones tradicionales de Oaxaca, Morelia y Ensenada.
Fuente: Youtube
Para hacer esto posible, el festival contó con la participación de un total de 45 chefs llegados desde diferentes puntos del país. Una de las principales novedades de esta tercera edición ha sido una mayor importancia del vino como elemento imprescindible de toda propuesta gastronómica. De esta forma, el sommelier Johan Valderrabano llevó a cabo una cata magistral de ocho vinos de origen español explicando las características de cada uno de ellos y sus posibilidades de maridaje. Valderrabano cuenta con una amplia trayectoria profesional en el sector, siendo el ganador de la competición nacional “Joven Sommelier Mexicano” en el año 2010 y representando al país en el concurso internacional “Habano Sommelier” en 2015. Además, también ha trabajado con diferentes marcas a nivel internacional y ha colaborado con algunos de los restaurantes más importantes del país como el Hotel Presidente Intercontinental Polanco, entre otros.
Otras de las iniciativas más novedosas fue el evento “Mujeres en la cocina”, cuya celebración fue posible gracias a la chef Martha Ortiz, quien expresó a la organización su interés por contar con una actividad dedicada en exclusiva al colectivo femenino. Esta iniciativa corrió a cargo de las chefs Fernanda Covarrubias (La Postrería, Guadalajara), Regina Escalante (Merci, Mérida), Adria Marina (Georgina, Tijuana) y Tania Livier (Criollo, Ensenada) y tuvo lugar en el Museo de la Gastronomía Yucateca.
Además del MUGY, los otros restaurantes anfitriones del Festival Gastronómico Club Sibarita fueron Pueblo Pibil, en el que se llevó a cabo la comida inaugural, la Hacienda Xcanatún, en la que tuvo lugar la tradicional cena de gala del festival The Art of Fine Dining, el Hotel Mesón del Marqués, y Altozano, que acogió la gala de clausura.
Por el momento no se han hecho públicas las cifras de asistencia al evento, que además de cenas y maridajes también contó con conferencias y showcookings. No obstante, la organización espera repetir el éxito de la edición del año pasado en la que contaron con más de dos mil visitantes.