En el marco del Día Internacional del Libro, para Antonio Reyes Carrasco, escritor, editor independiente y mediador de tablas de lectura, es de suma importancia promover este hábito, principalmente porque es un derecho.
“Dentro de la declaración de lo que son los Derechos Internacionales de niños y niñas, está lo que es el derecho a la lectura, el derecho a todas las artes; entonces, esto es algo que quizás no todos lo saben y es algo que se debe promover. Y claro que también tenemos el derecho a no leer, había un escritor que se llama Daniel Penacc, él en un decálogo que inventó, dice que también tenemos derecho a no leer.”
Sin embargo, enfatiza que si el niño o la niña no tiene conocimiento de que leer debe ser accesible para ellos, entonces sí estamos en un problema. Su labor no es precisamente leer para esta cuestión académica o didáctica, en realidad trata de promover la lectura por placer.
“Yo me dedico a promover la lectura, te digo soy mediador de tablas de lectura, pero en ese entonces, cuando era niño aquí en casa no se leía; no había un librero como tal, hasta la fecha mi familia no tienen el hábito de la lectura, o sea, no vengo de una familia donde tuvieran los libros constantemente. Yo no sé porqué mi papá me regaló un libro en una ocasión, cuando yo tenía ocho años, una versión ilustrada infantil y juvenil del Quijote de la Mancha, entonces yo me guié desde ahí por las imágenes.”
“El que el niño o la niña decida agarrar un libro es porque le gusta leer, no porque se le obliga a leer, sino porque es algo que ya va volverse parte de su vida este hábito. Obviamente que al gustar de la lectura, la cuestión didáctica y escolar ya será mas fácil.”
Gracias al Programa Nacional de Tablas de Lectura, Antonio pertenece al programa desde 2004 y asegura que no sabía en lo maravilloso que se estaba metiendo, aunque de alguna manera él ya promovía la lectura en la universidad pero, a través de esta capacitación se enamoró todavía más de su labor como promotor.
En 2007 empezó a promover la lectura en las cárceles de Chiapas, donde conoció de cerca el entorno de personas migrantes que estaban presas, así nació su labor para promoción lectora con migrantes. En 2017, aproximadamente, entró a un proyecto también con las Tablas de Lectura visitando todos los municipios fronterizos aquí en el estado.
“Gracias a esto he conocido otros estados pero, aquí en Chiapas es donde más me he movido. Y cuando yo promuevo la lectura en estos municipios, también me marcó por el contexto fronterizo que había, tantos migrantes que conocimos. El día de hoy, estamos precisamente en seis albergues en Tapachula, haciendo labor con niños y adolescentes migrantes, promoviendo la lectura, haciendo talleres artísticos y pues, nada, es una aventura muy hermosa que vale la pena.”
“Al ser albergues de paso, como son migrantes… por ejemplo, en un albergue la estadía puede ser de tres meses pero, hay otro albergue que visitamos en el que pueden estar nada más una semana y luego se regresan a su tierra, o le siguen el camino. Y hay otros albergues en donde vemos a los chicos y chicas, nada más por un solo día o dos. Son bastantes, que quizá no tienen el hábito pero, al menos queremos que vean que el libro no es aburrido, que vea que leer no es solemne ni aburrido, ni para “mataditos”, que no te vean raro si llevas contigo un libro.”
Finalmente, dijo que leer le salvó la vida y eso es lo que pretende promover; para el entorno de niños y adolescentes migrantes, es muy importante fortalecer la resiliencia, fortalecer que tienen voz, que tienen derechos a expresar sus sentimientos, derechos que como niños y niñas tienen derechos y muchísimos.
“La lectura te da eso. Por ahí hay un escritor, Gianni Rodari que decía “el uso de la palabra total para todos y todas, no para que todos sean artistas, sino para que no seamos esclavos”, o sea, leer te abre la mente, leer te da otras opciones, te abre las alternativas.”