Samuel Revueltas
Rubiel Gamboa Munzá, autor del libro “La Curandería en Chiapa de Corzo”, señala que a este municipio considerado Pueblo Mágico, recurren todavía de otros estado de México en busca de una sanación o favor con las y los curanderos del pueblo.
“Es una práctica antiquísima, fue y se sigue practicando de forma discreta. Más que un estilo de vida forma parte de la vida de muchos chiapacorseños”, apunta el escritor.
Indica que existe un número importante de curanderos de diversas especialidades, cifra que prefiere omitir para evitar controversias; sin embargo, la concurrencia con ellos ha bajado considerablemente y tiene que ver con el estilo de vida actual.
El porqué la ciudadanía recurre con las y los curanderos tiene que ver con diferentes razones, explica Rubiel Gamboa, pero principalmente por prácticas tradicionales o por enfermedades incurables.
“Respecto si vienen de otras partes del estado a visitar algunos curanderos de esta región, es sí, de varias partes del país sobre todo a consultar a ciertos espíritus, a los médium en particular”, agrega.
Destaca que el propósito original de la curandería era, es y será el autoconocimiento y como tal, constituye uno de los caminos más antiguos hacia el despertar del ser humano o la iluminación, tal es el concepto que se le conoce en otras doctrinas.
“Entre estos propósitos y el más difundido en la actualidad es la sanación, principalmente de síntomas y enfermedades psíquicas y físicas; pero también hay quienes utilizan los llamados poderes para curar, en este sentido el ataque y la defensa son herramientas de manipulación, o simplemente para ganar dinero propiciando una especie de beneficio personal que responde a la demanda de viajes utilizando las llamadas plantas de poder”, puntualiza.