El COVID-19 generó dos crisis: la sanitaria y la económica; en esta última, brilla por su ausencia la figura del Secretario de Economía y del Trabajo
La crisis sanitaria por el COVID-19 está mostrando la debilidad del sistema de salud en Chiapas, pero también está desnudando al sector empresarial que se está ahogando en esta emergencia.
Cinco empresas chiapanecas reconocidas, establecidas en Tuxtla Gutiérrez, ya cerraron definitivamente sus puertas: Giraldillo, El Fishgón, Baruva, Café Biomaya y Mercadito Moctezuma.
El Giraldillo fue la primera que con un mensaje en sus redes sociales se despidió de 14 años de servicio, convirtiéndose en uno de los restaurantes más importantes de la capital.
La crisis económica por el decrecimientos de cuatro trimestres en la economía chiapaneca ya venía causando estragos en el sector empresarial de Chiapas, y ahora con esta crisis se vino a dar la estocada con la pandemia. En medio de esto, no ha habido hasta el momento actuación de parte del secretario de Economía y del Trabajo, Yamil Melgar Bravo.
El Fishgón luce ahora totalmente desmontado y de las empresas hermanas como Brazzeiro y Allende, tuvieron que fusionarse para sobrevivir. Brazzeiro luce ahora con una lona de que el local está en renta.
Café Biomaya, de las más destacadas cafeterías de la capital de igual forma dijo adiós; el antro Baruva, de los más populares, luce un enorme letrero de que se vende y del Mercadito Moctezuma pende una lona que sus instalaciones están para renta.
La Asociación de Bares, Antros y Restaurantes de Tuxtla Gutiérrez emitió un comunicado donde informa que sus agremiados abrirán sus comercios el 16 de junio, pues ya no soportan el sostenimiento del costo de los locales.
Durante los 102 días de la pandemia en Chiapas, el empresariado ha seguido costeando gastos de luz, agua, renta y en algunos casos pago de personal como veladores. Muchos tuvieron que despedir a sus empleados, dejando a la deriva a meseros, cocineros, garroteros, entre otros.
En este comunicado, hacen eco que las autoridades, evidentemente refiriéndose a Yamil Melgar, no ha atendido al sector empresarial y durante la crisis no ha habido un esquema de incentivos. Se anunciaron créditos, pero a decir del empresariado, son inaccesibles.
De acuerdo con la Asociación, sólo de sus agremiados dependen 12 mil personas que a su vez son 12 mil familias que de no hallar solución a sus demandas, se quedarán sin un sustento.
