Este 11 de agosto Tuxtla Guriérrez cumple 127 años de ser la capital de Chiapas y, a propósito, Roberto Ramos Maza, presidente de Chiapas Bicentenario A.C., opinó que la ciudad fue beneficiada porque se construyeron edificios que nunca se iban a edificar de no ser por el nombramiento de capital, pero que a su vez fueron destruídos por una falsa idea de modernidad.
“A Tuxtla le ayudó ser capital hace 127 años porque se creó una infraestructura que no hubiera tenido de no ser capital; sin embargo, muchos de los edificios antiguos los tenemos gracias a que fue capital. Evidentemente muchos se destruyeron por lo mismo, es decir le ayudó pero también le perjudicó en su patrimonio”, indicó.
El geógrafo lamentó que lo que ha perjudicado a la capital es el desinterés de instituciones y de la ciudadanía “que siempre creyó que tenía que ser una Tuxtla moderna a la altura de una capital del estado y nunca se entendió que cada ciudad tiene una personalidad, una manera de expresarse, que el paisaje urbano y la imagen urbana es un texto que construimos entre todos y si es armónico para leerlo evidentemente nos ayuda a vivir mejor en un entorno más agradable”.
Cuestionado sobre los edificios que aún se conservan, dijo que la Catedral de San Marcos, exceptuando algunos restos arqueológicos, es el edificio más antiguo, construido por los dominicos en el siglo XVI.
“A pesar de sus remodelaciones sigue siendo el mismo por su planta, por la disposición de sus accesos, por su ábside, en general es el mismo edificio que fundaron los dominicos y por lo cual puede decirse que es el más antiguo”, destacó.
Abundó que muchos edificios antiguos de Tuxtla datan del siglo XIX y principios del XX , se trata principalmente de casa habitación, “hay casas que incluso tienen la fecha de 1904 y posteriormente hay edificios construidos por cuestiones de función pública en los 20s o 30s, puedo mencionar por ejemplo el primer Palacio Municipal de los años 30 que conserva su fachada, el segundo Palacio Municipal que fue construido en los años 40 y que está en la 2.ª poniente, el edificio de la Normal que está resguardado por una fachada nueva pero que su interior es antiguo, entre otros, la casa del Museo del Café que es muy antiguo que data de 1912, hay muchos más pero no se ven porque están modificados”.
Roberto Ramos apuntó que la importancia de conservar el patrimonio arquitectónico es porque alrededor del patrimonio se construye la identidad y de la identidad surge la idea de colectividad y futuro, es decir que los ciudadanos siempre que habitamos en un lugar somos capaces de hacer algo por ese sitio.
Sin embargo, puntualizó que en Tuxtla se complica porque no contamos con una representación de identidad como lo tiene la Ciudad de México con un Zócalo o un Ángel de la Independencia.
