
El Plan Estatal de Desarrollo 2025–2030 reconoce rezagos urgentes en agua potable, deforestación y gestión de microcuencas, pero aún no define cómo se corregirán.
En Chiapas, el acceso al agua potable sigue sin garantizarse, las selvas se reducen cada año y las microcuencas que abastecen a comunidades están bajo presión constante. Frente a esta realidad, el gobierno estatal integró un eje específico sobre medio ambiente en el Plan Estatal de Desarrollo 2025–2030, recientemente publicado en el Periódico Oficial del Estado.
Bajo el título “Chiapas con Conciencia Ambiental”, el documento reconoce los principales desafíos ecológicos del estado y propone cinco líneas generales de acción: protección de microcuencas, ampliación del acceso al agua, impulso a energías limpias, educación ambiental y gobernanza participativa.
No obstante, el plan no define metas numéricas, responsables directos ni presupuestos asignados, lo que deja en incertidumbre la manera en que estos objetivos serán ejecutados durante el sexenio.
El agua: un problema sin resolver
Uno de los puntos más sensibles del plan es el acceso al agua. Según el documento, una parte significativa de la población chiapaneca carece de abastecimiento regular y seguro de agua potable, lo que representa un riesgo para la salud pública, especialmente en comunidades rurales e indígenas.
Se plantea como objetivo ampliar la infraestructura hidráulica, dar mantenimiento a sistemas existentes y aplicar modelos de gestión local. Sin embargo, no se detallan municipios prioritarios ni se anuncian inversiones específicas.
Selvas y microcuencas bajo presión
En materia forestal, el PED señala que la deforestación, el cambio de uso de suelo y la degradación ambiental son fenómenos presentes en todo el territorio, incluidos ecosistemas estratégicos como la Selva Lacandona, los márgenes del río Grijalva o el cañón del Sumidero.
El plan propone restaurar zonas afectadas y proteger microcuencas, pero no establece si se revisarán concesiones mineras, prácticas ganaderas intensivas o cambios de uso de suelo que han acelerado el deterioro.
Educación y participación comunitaria
Otro componente del eje ambiental es la promoción de una “cultura ambiental” a través de campañas de sensibilización, contenidos escolares y proyectos comunitarios. También se menciona la inclusión de comunidades en la toma de decisiones, especialmente en regiones con alta biodiversidad.
El plan destaca que la participación local será clave en la implementación de proyectos sostenibles, aunque no especifica cómo se garantizará la representación efectiva de pueblos originarios o habitantes de zonas afectadas.
LÍNEAS DE ACCIÓN DEL EJE AMBIENTAL EN EL PED 2025–2030
| LÍNEA | ACCIÓN PROPUESTA |
|---|---|
| Microcuencas | Restaurar zonas degradadas y evitar contaminación hídrica. |
| Agua potable | Ampliar cobertura en comunidades con acceso limitado. |
| Energías limpias | Promover alternativas como solar y eólica en regiones viables. |
| Educación ambiental | Incluir contenidos ecológicos en escuelas y campañas públicas. |
| Participación ciudadana | Involucrar a comunidades en planes de manejo y cuidado del entorno. |

























