En una extensa carta publicada en sus redes sociales, Valeria García Colorado, hermana del buzo ahogado hace un mes en la presa La Angostura, Chiapas, rompió el silencio y contó el calvario que han vivido su familia desde la terrible noticia hasta hoy.
El texto narra la pesadilla que experimentó desde el 24 de septiembre cuando recibió un mensaje vía Facebook de una persona que le informaba que su hermano había sufrido un accidente, que se había caído, le dijeron, y que había sufrido una lesión en la pierna.
“Como es normal intenté comunicarme con mi hermano sin éxito y llené de preguntas a esta persona ya que aumentaba mi desesperación por saber de él, si estaba bien, quien estaba con él”, precisó en su carta .
Lo único que obtuvo fueron dos números telefónicos que ella posteriormente identificó como del superintendente de la central hidroeléctrica y el del contador, este último quien le habría notificado pese a la negativa de directivos de informar, de que su hermano había descendido con tres personas más, pero que él no había salido y que sacarlo tenía sólo un 5% de probabilidad.
La familia no lo pensó más y se dejó venir desde Veracruz para buscar respuestas. Lo que siguieron fueron más preguntas, pues hasta ese momento nadie les había confirmado que Víctor estaba muerto y que dos buzos de la empresa Seamar fueron quienes les dieron la noticia.
“Miles de noticias salieron en lo que peleábamos para que nos dieran su cuerpo lo cual tardó 4 días, la mayoría de personas que estuvieron en el momento coinciden en que fue una NEGLIGENCIA razón por la que se abrió la carpeta de investigación”, agregó .
A pesar de que ha pasado un mes, Valeria asegura que no cuentan con versión oficial de los hechos, que lo único que tienen es la carpeta de investigación donde aparece únicamente una persona como la interrogada quien ni siquiera tiene relación con la CFE.
Como un grito desesperado solicitó a internautas compartir su carta para que llegue al presidente Andrés Manuel López Obrador, con la esperanza de su intervención para que puedan tener acceso a información que les devuelva al menos la paz de saber lo que sucedió ese fatídico día.
“Bitácoras, planeaciones y la grabación del equipo que llevaba mi hermano que sé que se encuentra en poder de la directiva de CFE. Ya que igualmente me enteró que él informó de que estaba en situación de riesgo y pidió AYUDA”, antes de morir.
“Tal vez para ellos solo fue un número más en una lista que tachar, pero para mis padres y para mí él lo era todo”, concluyó.