“Entre más tienen, más quieren”; Douglas Manuel Rojas Ayala de 65 años le dio rentado a la Universidad Salazar en Pijijiapan y ahora vive un calvario.
Hace más de 40 años compró lleno de ilusiones en Pijijiapan, Chiapas, el terreno en donde construyó el patrimonio de su familia.
Douglas Manuel Rojas Ayala tiene 65 años, es médico cirujano de profesión; padre y abuelo. Su esposa enfermó de cáncer y tuvieron que dejar su hogar para radicar en otra ciudad en donde combatirían el mal.
Así nació la necesidad de arrendar el inmueble para costear la estancia fuera de casa y los costos del padecimiento de su compañera de vida.
Era el 2014 cuando firmó el primer contrato de arrendamiento con Emilio Enrique Salazar Farías.
En total celebraron cinco, pero ninguno contenía una cláusula que le anticipara que sería víctima de un calvario. En primera instancia fue intimidado por Francisco Armando Peimberth Aguilar, abogado de Emilio Salazar Farías.
En 2019, cuando Emilio Salazar era presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado de Chiapas, dejó de pagar la renta del lugar y comenzaron las artimañas para quedarse con la propiedad.
El médico asegura estar viviendo una pesadilla, las autoridades no han podido garantizar legalidad en el proceso que enfrenta.
Una contadora que asegura trabajara para el ex diputado del Partido Verde Ecologista de México, lo demandó por ingresar a su casa.
El hombre admitió que vive con zozobra, sabe que no solo se enfrenta a una persona, sino a todo un sistema que ha sido corrompido. Dos abogados lo defraudaron y también su contador.
El banco que supuestamente le vendió la deuda del médico a Emilio Salazar Farías, le dijo que no podían revelar datos de la transacción.
