Doña Esperanza Rodríguez Pérez es una mujer tuxtleca que a sus 85 años de edad sigue trabajando. Ella ejerce el oficio de la cerrajería, lo aprendió cuanto tenía apenas 18.
Este banco es su mejor aliado para trabajar. Lentamente se acomoda y comienza a igualar las llaves, labor que ha hecho desde hace 67 años, toda una vida.
Su cerrajería la hace feliz a pesar de que a veces no hay muchos clientes. Ella cuenta una decepción, cuando entraron a robarle.
Su negocio no tiene nombre pero sus clientes la ubican. Está ubicado en el corazón de Tuxtla Gutiérrez, en la 2a poniente sur número 349; ella atiende de lunes a sábado de 9 de la mañana a 3 de la tarde, se va a comer y regresa media hora después y hasta que cierra a las 7 de la tarde.
Doña Esperanza asegura que trabajar en la cerrajería la hace feliz y manda este mensaje, principalmente a la juventud.