A pesar de la aparente modernidad, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, se mantienen algunos oficios que la ciudadanía aún conserva y prefiere recurrir para algunas circunstancias o necesidades. Los zapatearos son personas que se dedican a elaborar o reparar el calzado.
Francisco Altuzar – Reparador de calzado
“Aquí lo que hago es pura reparación, cambio de suelas…
… compostura así nada más”.
“Sí vienen, bastante…
… faltado el trabajo”.
En un local pequeño, ubicado en uno de los barrios más tradicionalistas de Tuxtla, San Roque, encontramos a Don Francisco, zapatero con más de 35 años de experiencia, quien aprendió este oficio de su padre a los 16 años.
Francisco Altuzar – Reparador de calzado
“Mi papá, aprendí con mi papá…
… acá todo los trabajos”.
“Ya casi no hay…
… no hay muchos”.
Desde 10 pesos, las personas pueden componer algún detalle o compostura que necesita su calzado. Don Francisco les atiende en su local desde las primeras horas del día.
Francisco Altuzar – Reparador de calzado
“Es dependiendo, ya ve que hay costuras…
… el trabajo”.
“Ahorita el zapato está caro…
… ahí se ahorran también ellos”.
Estos oficios son importantes para la economía local y para prevalecer estás técnicas y conocimientos de generaciones pasadas. El negocio de Don Francisco se encuentra sobre la 5a sur, a tan solo un par de cuadras del Templo de San Roque, en el centro de la ciudad capital.