César Solís
El Sistema de Transporte Urbano conocido como Tapachultecobús, que se puso en marcha en el sexenio de juan Sabines guerrero, llegó a su fin debido a la mala administración del consejo de administración, como de la falta de apoyo “subsidio” por parte del gobierno.
Primero fue en la capital del estado, donde el Conejobús llegó a la quiebra y desapareció, esto en el 2019; dos años bastaron para que ahora toque turno de decir adiós al Tapachultecobús.
La extinción de este moderno sistema de transporte que en un inicio operaba con 50 por ciento de biodiesel y 50 de combustible normal, ya se vislumbraba pues en la ciudad el detrimento de las unidades fue notorio, al grado que algunas de estas se llegaron a incendiar y quemar en su totalidad, quedando en pérdida total.
En 2019, se buscó a integrantes del consejo para platicar sobre esta situación y únicamente dejaron entrever que existía una administración buena, lo que había permitido que se mantuviera el servicio oportuno a la población, mismo que cumplió 10 años de busque puesto en marcha.
De la fusión de las concesiones de las rutas Laureles 1 y Rastro surgió la empresa que dio origen al Tapachulteco, con una participación del 51 por ciento el gobierno del estado y el 49 por ciento los concesionarios.
Los socios del consejo de administración refirieron en 2019 sobre la entrada en operaciones de dos unidades nuevas y que se mantenían gestiones con gobierno del estado para seguir renovando el parque vehículos.
Y aunque en ese tiempo aplaudieron sobre la buena disposición del gobernador del estado y secretario de movilidad y transportes en relación a seguir apoyando este tema, hoy la realidad es otra, y este medio de transporte se va la quiebra.
Hace unos días, se logró saber que será el próximo uno de agosto cuando este moderno medio de transporte, deje de funcionar y con ello las unidades que operaban con antelación cubran las necesidades de la población.
De acuerdo a informes obtenidos, el SITUTAP deja de operar debido a múltiples problemas de carácter laboral y financieros que venían afectando la operatividad de este sistema de transporte, mismo que desde hace un par de años avizoraban a través de sus números rojos indicaban el colapso.
Se dejó entrever que las unidades tipo urban que entrarán en operación, cubrirán el mismo recorrido que hacían los autobuses tapachultecos y con los horarios establecidos en las rutas izquierda y derecha de laureles y rastro.
La situación de la pandemia fue también otro de los factores que influyó en la desaparición de este transporte, así como el mantenimiento de las unidades que era ya una carga para ofrecer un mejor servicio al público.
Se espera que los trabajadores, choferes y personal administrativo sean liquidados con forma a la ley, pues en la capital del estado aún hay pendientes tras la desaparición del Conejobús.