No tienen agua potable, servicio médico, artículos de higiene personal; reciben alimentos de pésima calidad.
Tuxtla Gutiérrez. La Campaña Contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas, denunció este martes la forma tan inhumana en la que viven las mujeres privadas de su libertad en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) No. 5 de San Cristóbal de Las Casas (SCLC).
La “Colectiva Cereza”, dio a conocer que las reclusas no tienen acceso a agua potable, servicio médico, artículos de higiene personal y tan solo reciben dos alimentos al día de pésima calidad.
“Las mujeres sólo reciben dos raquíticas comidas al día, no cuentan con personal médico ni les proporcionan medicamentos, el gobierno no cubre a cabalidad sus necesidades básicas de alimentos, artículos de higiene, cobijas y es la familia quien tiene que cubrirlas. No tienen acceso a agua potable con lo que se afecta su derecho a la salud. Ellas deben cubrir el costo del gas si quieren cocinar, cosa que es preferible puesto que las condiciones de higiene y cocción de la comida ya elaborada que les proporcionan es pésima”, indicó una de las integrantes de la Colectiva Cereza.
Las activistas también denunciaron que la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID_19 agravó las condiciones en las que viven las mujeres internas en el penal de San Cristóbal de Las Casas.
“La Subsecretaría de Ejecución de Sanciones Penales y de Medidas de Seguridad se ha limitado a prohibirles las visitas a las mujeres, cosa que las priva del acceso a los recursos más elementales. No tener agua potable y enseres de limpieza aumenta el riesgo sanitario y no tienen forma de obtener el mínimo ingreso que ganaban de la venta de artesanías por la falta de visitas”, aseguraron.
La Colectiva Cereza agregó que “en el CERSS No. 5 no se implementaron protocolos de salud relacionados con la crisis sanitaria, pues por lo menos hay casi una decena de positivos con COVID 19 confirmados y un custodio fallecido por lo que es lógico que el virus se haya extendido ante la indolencia de las autoridades penitenciarias”.
La Campaña Contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio recordó que tras los ataques con gas lacrimógeno que recibieron las reclusas del CERSS 5 éstas junto a la Colectiva Cereza interpusieron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos humanos (CEDH), por las condiciones inhumanas en las que se encuentran y la represión aludida.
“No fue hasta el 1 de junio, es decir, 12 días después de presentada la queja que la Comisión Estatal de Derechos humanos CEDH se presentó a verificar las condiciones en las que se encontraban las mujeres, recabar sus testimonios y vestigios de la acción de represión llevada a cabo por las autoridades penitenciarias y ello lo hizo debido a las exigencias por parte de la Colectiva Cereza. En esa diligencia, efectivamente, se recabaron indicios consistentes en restos de cartuchos de gas”, lamentaron.