El Parque Central es refugio de desplazados de Chenalhó, jóvenes que piden plazas, maestros de la Sección 40, estudiantes de la UNICH y demandantes de sueldos no pagados.
Las protestas sociales en Chiapas están a la alza.
El Parque Central de Tuxtla Gutiérrez es ahora una zona de concentración de un cúmulo de personas que demandan atención y resolución a problemas y quejas que enfrentan con diversas dependencias.
Una parte frente al Palacio de Gobierno es ocupada por desplazados del municipio de Chenalhó, que por conflictos de índole partidista, tuvieron que salir de su tierra amenazados por grupos de oposición. Ellos piden volver a casa, pero hasta la fecha no han tenido respuesta positiva.
Justo enfrente, mantas de estudiantes de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) cuelgan para mostrar su descontento, ante la solicitud no resuelta de aspirantes a ingresar por un espacio estudiantil y que han sido rechazados.
También en un costado, están docentes que buscan que les paguen sueldos que dejaron de percibir durante ocho meses y que en las mesas de diálogo, les dicen las autoridades de la Secretaría de Educación que les pagarán pero deberán abandonar las plazas obtenidas en Tuxtla, lo cual les ha costado luego de escalafones.
Asimismo, la Coordinadora Estatal de Desplazados está haciendo acompañamiento a los de Chenalhó pero abogando además por el resto de personas desplazadas del estado, que aunque son en menor número, buscan visibilizarlos.
En una sombra bajo dos árboles, enmedio del Parque, está un grupo de docentes acreditados que piden les otorguen plazas que les corresponden luego de aprobar un examen de oposición. La respuesta ha sido negativa.
La Sección 40 hoy se sumó con protestas diferentes, abogando por el pago de los docentes interinos con una suma millonaria desde 2017, por los actos de represión en contra de los grupos sociales y por la recién aprobada Ley del ISSSTECH que aumenta la edad para jubilarse y el alza de cuotas.
En este contexto, a cinco cuadras del Parque Central, están concentrados camiones con elementos de la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que dirige Gabriela Zepeda, mismos que desalojaron de manera violenta a normalistas y padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa en su visita a Chiapas.