Gabriela Coutiño
Al cumplirse este sábado nueve años del fallecimiento del Obispo Samuel Ruiz García y 60 de su consagración episcopal, miles de fieles católicos de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas realizaron una peregrinación para recordar su legado de defensa de los derechos de los pueblos indígenas de México y de América Latina.
“Viva el Tatik (padre) Samuel”, “viva la Iglesia que camina con el pueblo”, “viva el tercer sínodo diocesano”, “viva la paz” y “viva la madre tierra”, corearon los católicos procedentes de diferentes parroquias de la región de Los Altos, Selva y Fronteriza mientras caminaban, hasta llegar a la plaza catedral, donde el obispo Rodrigo Aguilar Martínez ofició una misa.
Los peregrinos también se manifestaron en contra de los megaproyectos implementados por el gobierno federal, informó el sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez, párroco de Simojovel.
“Hay empresas trasnacionales y nacionales extractivistas que provocan contaminación y destrucción de los recursos naturales como son: tala de árboles, acaparamiento y privatización del agua y humedales; promoción de monocultivos que erosionan la tierra y despojan de su fruto.
Señalaron las afectaciones que traerá la “autopista de Pijijiapan a Comitán y San Cristóbal – Palenque” a los pueblos y a la reserva de la biosfera el Triunfo (Área Nacional Protegida) la que será de grandes consecuencias para las personas y daño ecológico.
En el marco de la peregrinación se repartió la carta pastoral titulada Caminemos juntos a la luz del Señor emitida por el obispo Aguilar Martínez, un posicionamiento sobre la situación actual
“Nuestros pueblos están sufriendo las situaciones de injusticia, atropellos a sus derechos fundamentales, corrupción e impunidad con la confabulación de las autoridades junto con amenazas y desplazamientos forzados de las comunidades que son divididas por diversos intereses económicos y políticos”.
Destacaron que les entristece la inseguridad, los asaltos, robos, secuestros, asesinatos de personas, enfrentamientos de diversos grupos del crimen organizado. Así como el dolor de los pueblos y comunidades como Santa Marta, Aldama, Chalchihuitán, Chavajeval, entre otros, que sufren desalojo, desplazamiento, división y muerte.
“Respetamos a quienes esperan un cambio con el gobierno actual, pero que exijan y trabajen por el cambio que nuestro país necesita. Nos preocupan los viejos grupos de poder que no quieren perder el poder político, pues continúan en el poder económico y mediático, ya que son quienes siguen manteniendo las viejas estructuras de dominación, despojo y división en nuestras comunidades por medio de la manipulación”.
Tatik Samuel
Samuel Ruiz García, era llamado por los pueblos indígenas “Tatik” o caminante. En 1959 llegó a Chiapas al ser designado obispo. Al frente de la diócesis que se caracteriza por su extrema pobreza y por tener una población mayoritariamente indígena, estableció un sistema de ayuda hacia la población indígena.
Aprendió algunas lenguas indígenas como el chuj, el tzotzil, el chol o el tojolabal y comenzó a celebrar misas en esos idiomas. También impulsó la traducción de la biblia y evangelización en zonas fronterizas, con lo que se crearon comunidades que trabajaban en temas de salud y educación. Trabajó con otros religiosos en la teología de la liberación.
En 1989 el obispo Ruiz García, fundó una de las primeras organizaciones no gubernamentales dedicadas a la protección de los derechos humanos en México, como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
Don Samuel Ruíz prestó su colaboración como mediador en varios conflictos latinoamericanos. En especial cumplió funciones de mediador en el conflicto entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y el gobierno federal mexicano.
Ejerció de obispo en San Cristóbal de las Casas hasta 1999 cuando de acuerdo al derecho canónico se retiró y pasó a Obispo emérito de San Cristóbal de las Casas.
Murió el 24 de enero de 2011 en la Ciudad de México.
