Ramiro López Estrada, tiene 57 años, de los cuales 18 los ha dedicado a trabajar acomodando carros a las afueras del Mercado 5 de Mayo, con lo que pudo sacar adelante a sus seis hijos.
“Inicié cubriendo turnos, y hasta que se fue un compañero pude entrar de planta como acomodador. La mesa directiva del mercado me dio la oportunidad hace 18 años y desde ese momento he trabajado muy duro, ahora somos siete acomodadores”, dijo Don Ramiro, quien es uno de los más conocidos por su amabilidad y el clásico sombrero que porta para resguardarse del sol.
Pese a que muchos creen que es un oficio fácil, Don Ramiro confiesa que deben aguantar hasta malos tratos, pero ellos guardan la calma porque saben que dependen de las aportaciones de las personas para llevar dinero a casa.
“Tratamos de darles un buen servicio, nosotros dependemos de ellos y aunque hay gente que nos maltrata también hay gente buena y que valora su vehículo. Lo que ganamos depende de la gente, a veces nos dan un peso, dos pesos, algunos hasta cincuenta centavos y aunque es poco se valora porque es de su buena voluntad”, destacó.
Ser acomodador no es fácil, pues según Don Ramiro muchas personas dejan mal estacionados sus vehículos y cuando ellos les hacen la indicación hasta se molestan.
“Mucha gente deja su auto como se les da la gana, nosotros les decimos que lo acomoden y se enojan pero cuando ven que su carro tuvo un accidente nos culpan, pero uno pues les dice que sean precavidos y a veces vamos al baño por necesidad y a veces ahí pasan los accidentes”
Para darles una mejor calidad de vida a sus hijos, López Estrada también se dedica a ser cargador de mudanzas, en donde logra completar para un sueldo digno.
“Trabajo en mudanzas para sacar más dinero pero también soy pintor de casa, impermeabilizo y le entro a cualquier trabajo porque si no la vida es mas dura, no alcanza. Al mercado yo entro a las 7 de la mañana y me voy a las 3 de la tarde, cuando ya entra mi compañero del grupo de la tarde”, dijo Don Ramiro, quien tan solo estudió la primaria.