Instagram vive una caída a nivel mundial. Desde hace unas horas, la red social de fotografías no deja a sus usuarios subir fotografías, ver las novedades en las imágenes de nuestros contactos o acceder a las notificaciones de actividad. «No hemos podido completar su petición. Se ha notificado a nuestro equipo y lo investigaremos lo antes posible», dice un mensaje de error al intentar comprobar cuáles han sido las últimas interacciones con nuestros contactos.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el equipo de Instagram ha querido calmar los ánimos de sus usuarios, con un mensaje en el que aseguran estar «trabajando para arreglar el problema con el suministro de actualizaciones» y agradecen a los miembros de la red social su paciencia.
El cuelgue de Instagram se produce semanas después de una tanda de caídas de otro de los servicios con más usuarios, Whatsapp. Los problemas con la aplicación de mensajería empezaban a producirse desde que Facebook había decidido comprarla. Curiosamente, la empresa de Mark Zuckerberg es también propietaria desde hace un par de años de la aplicación fotográfica que hoy ha fallado. Muchos de los usuarios de Instagram comentan en las redes sociales que no creen que estos repetidos cuelgues de las aplicaciones compradas por la red social más popular sean casualidad.
Y es que la caída del servicio ha tenido una repercusión masiva y, en pocos momentos, Twitter se convertía en un hervidero de usuarios descontentos. El hecho de que coincida en fin de semana, cuando muchas personas son más activas en sus publicaciones en Instagram, no ha hecho más que agravar la desesperación de quienes no pueden vivir sin el servicio.
