Científicos documentaron por primera vez en México el murciélago de nariz de lanza mayor, el mamífero filostómido más grande de América. Con una envergadura de 60 centímetros y un peso de 100 gramos, antes solo se registraba en Sudamérica.
Investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la UNICACH confirmaron los primeros registros de Phyllostomus hastatus, conocido como murciélago grande de nariz de lanza, en México, tras la captura de dos machos adultos en la Selva Lacandona.
El hallazgo se realizó en el municipio de Marqués de Comillas , en las riberas del río Lacantún, a través de trampas de arpa y redes de niebla instaladas frente a un árbol de ceiba (Ceiba pentandra) que funcionaba como refugio diurno.
Hasta ahora, la especie había sido reportada únicamente en Guatemala y Belice como su límite norte de distribución. Con este descubrimiento, México se convierte en el país más septentrional donde habita este murciélago, extendiendo su rango en 120 kilómetros.
“Este registro eleva a 146 el número de especies de murciélagos en México ya 108 en Chiapas”, destacaron los autores J. Manuel Aranda-Coello, L. Arturo Hernández-Mijangos y Manuel Weber, en su publicación en la revista Check List.
El Phyllostomus hastatus es el murciélago filostómido más grande de América, con un peso promedio de 100 gramos y una envergadura de hasta 60 cm. Es omnívoro y suele compartir refugios con otras especies, como Carollia perspicillata, Desmodus rotundus y Noctilio leporinus.
Los investigadores subrayan que la presencia de esta especie en Chiapas no es incidental, ya que fue capturada en distintas fechas (abril y julio de 2024), lo que sugiere que existe una población establecida y en estado reproductivo.
Dada su distribución restringida en el país y la amenaza que enfrenta la Selva Lacandona por la deforestación y cambios de uso de suelo, los especialistas recomiendan que se incluya en la Lista de Especies Amenazadas de México (NOM-059-SEMARNAT-2010).
El hallazgo refuerza la importancia de la Lacandona como Área de Importancia para la Conservación de Murciélagos (AICOM A-MX-018) y resalta la urgencia de implementar acciones de protección.
“Cada nuevo registro de especies grandes como Phyllostomus hastatus confirma que la Lacandona aún guarda secretos vitales para la biodiversidad y la ciencia”, concluyen los investigadores.
