
En Mercado Libre se ofrecen réplicas industriales de las icónicas máscaras de Parachico hechas con fibra de vidrio ya menos de 700 pesos.
A través de plataformas digitales como Mercado Libre, actualmente se ofrecen máscaras de Parachico elaboradas con fibra de vidrio a un costo de 690 pesos, bajo títulos como “máscara de adulto para baile de Chiapas”. Sin embargo, detrás de esta venta aparentemente inofensiva se esconde una ofensa profunda al arte popular y la identidad cultural de Chiapas.
El Parachico, ícono de las fiestas grandes de enero en Chiapa de Corzo, no es simplemente una careta. La máscara tradicional, usada por los danzantes durante las festividades, es el resultado de un proceso artesanal complejo que puede tomar semanas. Está tallada a mano en madera de cedro o caoba, con pintura al óleo y detalles en vidrio y cerdas naturales. Representa el rostro idealizado de un europeo y encarna el sincretismo cultural indígena, español y africano de la región.
Para los maestros artesanos, cada máscara auténtica representa historia, identidad y resistencia cultural. La venta de versiones industriales fabricadas con materiales plásticos desvirtúa su valor simbólico y precariza el trabajo de quienes han conservado esta tradición de generación en generación.
“La máscara del Parachico no es solo un accesorio decorativo; es un símbolo de cohesión comunitaria, de herencia viva. Convertirla en mercancía sin alma, fabricada con materiales plásticos, es un agravio”, expresó un artesano local al ser consultado.
En el mercado tradicional, una máscara original puede costar entre nueve y doce mil pesos, precio que refleja no solo el tiempo invertido, sino la calidad artística de la pieza. Quienes valoran su origen cultural están dispuestos a pagar lo justo por un objeto que no es una réplica, sino un testimonio vivo.
Aunque las réplicas que se ofrecen en línea no parecen tener mala intención, la omisión del contexto histórico y cultural que las rodea las convierte en un acto de apropiación simbólica. Para quienes trabajan y viven del arte tradicional, reducir esta pieza a una imitación desechable es una falta de respeto al patrimonio cultural de Chiapas.















