
Ella es Dik Mari Mendoza, una mujer venezolana que se gana la vida trenzando el cabello a mujeres que transitan por el centro de Tuxtla Gutiérrez.
El costo es económico y el trabajo profesional.
“En realidad, yo me dedico a esto, tengo muchos años dedicándome a esto y mas que vender una paleta que era lo que yo venía haciendo… dependiendo de lo que yo estuviera haciendo. Yo como que digo si yo trabajo con mis manos por qué no intentarlo… y que es a lo que yo me dedico”, dijo Dik Mari Mendoza, migrante venezolana
Dik Mari está muy agradecida con todas las personas que se han acercado por una trenza, ya que con las ganancias ha podido mantener a sus tres hijos.

“Hubieron cinco que fueron desde el primer día y se animaron y como vi que hubo buena receptividad y gracias a Dios me ha ido bien y espero que así sea. Lo más económico que cobro son 50 pesos por unos trenzados, y ya cuando son mas elaborados el costo es un poco mayor porque quieren colocarse extensiones y las estoy ofreciendo a domicilio también”
Como cientos de migrantes venozolanos, Dik Mari huyo de su país por la inseguridad y las persecuciones por parte del gobierno.














