El Día Internacional de la Mujer es para visibilizar los avances en la búsqueda de garantías para la igualdad y la justicia; el feminicidio, la violencia vicaria, familiar, física, psicológica o digital no se felicitan.
Felicitar a las mujeres en este día es felicitar al feminicidio, la violencia vicaria, familiar, física, psicológica o digital, condenó Sheila Xoloxóchitl Gutiérrez Zenteno, académica universitaria.
Desde el 8 de marzo de 1975 las Naciones Unidas conmemoraron el Día Internacional de la Mujer, una fecha para visibilizar los avances en las acciones para garantizar la igualdad y la justicia para ellas.
El 8M es para honrar a las mujeres que han hecho posibles estos avances y para invitar a la reflexión sobre las desigualdades persistentes y el camino que queda por recorrer.
“Este día es para visibilizar el avance en la garantía de derechos de las mujeres; no es una celebración, es una conmemoración”, remarcó Sheila Xoloxóchitl.
“Cómo felicitar cuando a diario tenemos decenas de mujeres asesinadas, casos de feminicidios sin justicia, mujeres viviendo violencia vicaria y ahora enfrentando la violencia digital”, cuestionó la también investigadora.
Gutiérrez Zenteno consignó que en el ámbito académico universitario falta formación sobre perspectivo de género y entendimiento crítico del feminismo como una teoría social.
“No queremos ser iguales a los hombres, queremos igualdad y acceso a los mismos derechos”, puntualizó.
A nivel internacional, el reconocimiento de las desigualdades entre mujeres y hombres ha llevado al establecimiento de instrumentos como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), que refrenda los derechos de las mujeres y compromete a los Estados parte (entre los que se encuentra México) a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Para contribuir a la reflexión sobre los pendientes, el Gobierno de México compartió algunos datos económicos sobre la situación de las mujeres en el país:
- En cuanto a los ingresos laborales, las mujeres perciben remuneraciones más bajas que los hombres. Esta brecha es más acentuada en la población en situación de pobreza: en 2016 los datos muestran que las mujeres ganan una quinta parte menos que sus pares, aun cuando posean el mismo nivel educativo. (Coneval, 2016)
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En el año 2016 el valor económico del trabajo no remunerado de los hogares en México superó los 4.6 billones de pesos, lo que equivale al 23.2% del PIB nacional; de este valor, el 75.3% fue generado mediante el trabajo de las mujeres, quienes ocuparon 2,027 millones de horas a la semana para tal efecto. (INEGI, 2018)[1]
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En 2016 por cada 100 hombres ocupados que contaban con los beneficios de la seguridad social por su trabajo, 62 mujeres ocupadas se encontraban en la misma situación, indicador que se ha mantenido constante desde 2010. La brecha se acentúa entre la población con condición de pobreza: en 2016, por cada 100 hombres ocupados que contaban con seguridad social, 49 mujeres ocupadas tenían acceso. (Coneval, 2016)
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El 22% de las y los jóvenes entre 15 a 29 años en México no estudian ni trabajan, las mujeres tienen 4 veces más probabilidades de estar en ese grupo que los hombres, siendo la segunda brecha más alta dentro de los países de la OCDE. (OCDE, 2017)[2]
