Negligencia en el Hospital de la Mujer deriva en muerte de una jovencita
A Lorena la mató la omisión y la negligencia en los hospitales de La Mujer y de Las Culturas, en San Cristóbal de Las Casas.
Murió el 13 de febrero de 2022 pero su sufrimiento inició poco antes del 21 de junio de 2021, cuando le practicaron una cesárea. Le dejaron en su cuerpo compresas que le retiraron seis meses después y que le trajo como consecuencia que tuviera un paro cardiorrespiratorio y daño cerebral irreversible.
El Hospital de La Mujer, cuando se realizó el procedimiento y hasta ahora ha sido dirigido por la doctora Sofía Carlota Aguilar Herrera y el de Las Culturas, al momento de la muerte, lo encabezaba Sergio Gómez Méndez.
En ambos hay silencio institucional y la marca de la omisión donde pesa el deceso de una jovencita.
ERA SU PRIMER HIJO
Lorena de Jesús Padilla Victoria tenía 20 años de edad, una jovencita. Cuatro años atrás comenzó su vida de pareja con Hugo. Ambos estaban muy ilusionados, era su primer hijo.
Ella, ama de casa y él jornalero durante la zafra; vivían en Las Rosas, Chiapas, un municipio cercano a los lugares donde se vive de la caña de azúcar.
Cuando Lorena supo de su embarazo no dudó en ir a revisarse, tuvo en total siete consultas médicas prenatales en el Centro de Salud de Las Rosas, pero al momento del parto no halló cabida ni en el nosocomio donde había sido atendida con anterioridad ni en Hospital de la Mujer de Comitán. Ahí empezó el horror.
LE DEJARON COMPRESAS
A 40 kilómetros de su lugar de origen, en San Cristóbal de Las Casas, en el Hospital de la Mujer, a Lorena le practicaron una cesárea con un diagnóstico de ingreso de preeclampsia, una complicación del embarazo caracterizada por presión arterial alta, principalmente.
Esa mañana, durante la cirugía se usaron compresas que deberían ser contabilizadas antes y después para garantizar que no haya faltantes. En ese nosocomio, con reiteradas denuncias a su directiva por omisiones, no se garantizó el procedimiento.
No obstante, la mujer no presentó problemas sino hasta septiembre cuando le inició un dolor abdominal, para ello recurrió a medios particulares donde con un ultrasonido le diagnosticaron colon irritable.
En noviembre, el dolor se intensificó y en el Hospital de la Mujer de Comitán le detectaron gastritis; como no cesó, en esa ocasión se fue al Hospital Básico Comunitario de Las Rosas, pero le comunicaron que no había médico de guardia porque era 24 de diciembre.
La Navidad del 2021 a Lorena la operaron pero en un hospital particular, le realizaron una laparatomía exploratoria con la cual le identificaron que durante la cesárea de seis meses antes le habían dejado compresas. Tema aparte fueron los 50 mil pesos que lesionaron la economía de una familia que vive de la zafra.
En esa cirugía le tuvieron que hacer una resección de parte de intestino delgado y grueso y su salud quedó endeble, por ello fue canalizada al nosocomio de Las Rosas y posteriormente al de Las Culturas, en San Cristóbal, donde tuvieron que pasar cinco días para que de nuevo la operaran para poder restablecer su alimentación.
En ese nosocomio además de que desde un inicio no le otorgaron una cama, no fue remitida a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), le querían dar de alta a pesar de no poder ingerir medicamentos y la familia tuvo que estar comprando un medicamento denominado kaviben con un costo de mil 700 pesos hasta el 19 de enero, cuando ya no podían con la carga económica.
La familia de Lorena reportó que desde inicio de febrero, cuando le dio un paro cardiorrespiratorio y un médico les dijo falsamente que había muerto y hasta el 13, ya no le realizaban visitas médicas.
Lorena no aguantó más, el calvario institucional de errores y omisiones la terminó matando el 13 de febrero de 2022.