Maximiliana Sántiz Pérez, es una indígena tzotzil que se armó de valor y dejó a un lado el miedo, los prejuicios y la discriminación para estudiar y graduarse de arquitecta de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
El camino fue difícil, pero la oriunda de la comunidad Báchen del municipio de San Juan Chamula sabía que debía emigrar para conseguir un futuro mejor, pues en su localidad las mujeres están destinadas a dedicarse al hogar y al campo.
EL CAMINO
Sántiz Pérez realizó sus estudios de primaria en San Juan Chamula, al terminarlos tuvo la primera barrer, ya que debido a la ropa que sus compañeras eligieron para la graduación su padre le prohibió continuar con la secundaria en una escuela cercana a su localidad.
Su padre jamás cedió, por lo que Maximiliana tuvo que dejar su comunidad e irse a San Cristóbal de Las Casas donde trabajaba y estudiaba.
Los días en San Cristóbal de las Casas eran casi una pesadilla, pues Sántiz López por no hablar español fue víctima de discriminación por parte de sus compañeros de escuela y hasta sufrió un abuso sexual por parte de uno de sus jefes.
“En la secundaria mis compañeros me golpeaban, se burlaban y me despreciaban llamándome india, yo aguanté, resistí y me propuse aprender español y terminar la secundaria”, dijo Maximiliana, quien para pagar sus estudios trabajó de lavaplatos, mesera y empleada doméstica.
Al terminar la secundaria, Sántiz López se mudó a Tuxtla Gutiérrez para continuar con la preparatoria, donde conoció a personas que la motivaron a terminar una carrera universitaria.
La originaria de San Juan Chamula confesó que decidió por arquitectura debido a que su padre es peón de albañil, quien está orgulloso del logro de su hija, pues ahora sabe que mujeres y hombres tienen la misma capacidad de salir adelante.
Maximiliana Saántiz estudió arquitectura en la UNACH, donde también fue discriminada por sus compañeros y algunos catedráticos, quienes la llevaban loca por querer terminar una carrera.
Pero los sueños y metas de Maximiliana no cesan, ya que la chiapaneca busca realizar una maestría en el extranjero.
Según cifras del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la población indígena tiene tres veces más posibilidades de no saber leer ni escribir que el resto de los mexicanos.
En lo que refiere a Chiapas el informe “Panorama Educativo de la Población Indígena y Afrodescendiente” indica que con un 25.9% es el segundo estado con mayor rezago.
Para 2015, 21.8% de la población indígena chiapaneca de 25 a 64 años tenía la primaria incompleta y 24.1% sólo contaba con la primaria completa; de estas cifras el mayor porcentaje refiere a los hombres, pues a las mujeres aún se les prohíbe acudir a la escuela.