En 2025, el estado ha registró 170 suicidios, con un incremento entre niñas, niños y adolescentes. Expertos advirtieron que la depresión y las adicciones son factores recurrentes en los casos.
Entre enero y agosto de 2025 se registraron alrededor de 170 casos de suicidio en la entidad, cifra similar a la del año pasado en el sector adulto, pero con un incremento en niñas, niños y adolescentes, informó el Fiscal General del Estado de Chiapas, Jorge Luis Llaven Abarca.
De acuerdo con los datos presentados, en el grupo de menores de edad y jóvenes se contabilizaron 19 casos, de los cuales el 52 por ciento correspondió a mujeres y el 48 por ciento a hombres. En contraste, en el grupo adulto el 85 por ciento de las víctimas fueron varones y solo el 15 por ciento mujeres, con mayor prevalencia en el rango de 18 a 30 años.
El Fiscal destacó que la mayoría de los suicidios —cerca del 80 por ciento— ocurrieron por asfixia por ahorcamiento, mientras que el segundo método más utilizado fue el consumo de sustancias tóxicas. “Es un tema vigente y multifactorial que requiere atención como un problema de salud pública”, puntualizó.
En entrevista, el psicólogo Gregorio Camacho coincidió en que el suicidio no responde a una sola causa, sino a la interacción de factores psicológicos, sociales y económicos. Explicó que la depresión, la ansiedad y los procesos neuroquímicos del cerebro inciden en que una persona perciba su vida como un túnel sin salida.
Agregó que el consumo de drogas o alcohol suele estar presente en muchos casos, ya sea durante episodios de abstinencia o bajo el influjo de las sustancias. “La depresión puede generar una sensación de vacío y sufrimiento tan profundo que la persona cree que solo puede resolverlo anulando su vida”, afirmó.
Camacho señaló que entre los hombres adultos es común que las deudas, los problemas emocionales y la falta de espacios para expresar sentimientos agraven la situación, ya que persiste un estigma que les impide buscar ayuda.
expuso.
Respecto a los adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años, advirtió que muchos provienen de entornos de violencia, abandono o abuso en el hogar, lo que eleva el riesgo de desarrollar cuadros depresivos graves. Añadió que, aunque a esa edad se esperaría la consolidación de proyectos personales, la realidad muestra que la violencia familiar y las adicciones marcan de manera significativa sus vidas.
Especialistas y autoridades coincidieron en que el suicidio es un fenómeno multifactorial que requiere prevención integral, atención psicológica temprana y la creación de redes de apoyo social y comunitario, especialmente en las infancias y juventudes chiapanecas.