En Chiapas, donde el café es tradición, aún falta cultura sobre cómo prepararlo y apreciarlo
Chiapas es sinónimo de café. Desde las fincas en las montañas hasta los mercados locales, esta bebida forma parte del día a día de miles de personas. Sin embargo, aunque el café es parte de la identidad chiapaneca, no todos conocen el verdadero arte de saborearlo.
Expertos en la materia coinciden en que en Chiapas hay tradición, pero falta cultura cafetera. Es decir, muchas personas consumen café, pero pocas saben cómo identificar una buena taza, cómo prepararla correctamente o cómo conservar el grano para que mantenga su sabor y propiedades.
No necesitas ser barista
La buena noticia es que no hace falta ser experto ni tener equipo costoso para disfrutar del café como se debe. Con algunos consejos sencillos, cualquier persona puede mejorar su experiencia cafetera desde casa:
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Compra café en grano y muélelo al momento. Esto ayuda a conservar los aceites esenciales del café, que son los que aportan aroma y sabor.
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Cuida la temperatura del agua. Lo ideal es que esté entre 90 y 96 °C. Si hierve, puede quemar el café.
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Evita el azúcar al menos en la primera prueba. Así podrás identificar si el café es ácido, amargo, dulce o con notas frutales o achocolatadas.
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Guarda el café en un recipiente hermético y en lugar fresco. Nunca en el refrigerador.
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Experimenta con el método. Prensa francesa, V60, moka italiana o simplemente el colado tradicional pueden ofrecer perfiles distintos.
Más allá del sabor: una conexión con el territorio
Saber preparar y disfrutar un café de calidad también implica reconocer el trabajo de las y los cafeticultores chiapanecos, quienes enfrentan desafíos como el cambio climático, el bajo precio del grano y la competencia desigual.
Al valorar el café, también se valora su origen, su historia y a quienes lo cultivan.
