La limpieza periódica de libros ayuda a conservarlos en buen estado y evita riesgos para la salud
Con el paso del tiempo, los libros pueden acumular polvo, moho y humedad, lo que no solo deteriora sus páginas, sino que también puede afectar la salud de quienes los manipulan.
Para evitarlo, especialistas recomiendan realizar una limpieza periódica, tomando en cuenta medidas de protección tanto para el ejemplar como para la persona que lo limpia. Es recomendable usar guantes, cubrebocas y, en casos extremos, gafas de seguridad o un traje protector.
¿Cómo limpiar un libro en casa?
El proceso es sencillo y puede realizarse sin necesidad de equipos especializados. Omar Antonio De la Cruz Courtois, director de Desarrollo Bibliotecario de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), explicó las herramientas básicas para una limpieza eficaz:
- Aspiradora con malla: Permite retirar el polvo sin dañar el papel.
- Brochas suaves: Ayudan a desprender suciedad de las páginas y la cubierta.
- Nebulizador con alcohol: Se utiliza para eliminar hongos en zonas afectadas.
“Los hongos pueden ser dañinos para el sistema respiratorio, por lo que siempre es recomendable que la limpieza la realice un experto. Si el daño es grave, se deben usar guantes, cubrebocas y gafas de seguridad”, detalló De la Cruz Courtois.
Limpieza del entorno, clave para la conservación
Además del cuidado individual de los libros, los expertos sugieren mantener limpios los estantes y espacios donde se almacenan para evitar la propagación de hongos y la acumulación de polvo.
“Es importante destinar tiempo a la limpieza de los estantes, ya que un libro contaminado puede afectar a los demás”, señaló Loyda Castellanos Flores, bibliotecaria.
Mantener los libros en buen estado no solo prolonga su vida útil, sino que también previene problemas de salud relacionados con la exposición a hongos y polvo acumulado.
