
El panteón del municipio de Acacoyagua, es el fiel reflejo de la mezcla cultural que dejó las migraciones japonesas en 1897.

Aquí donde reposan los muertos, entre los árboles de mango y las iguanas, las tumbas dan cuenta de que en Asia, hace más de 120 años, ubicaron al Soconusco de Chiapas, como una opción para vivir.
Entre el pueblo, con su gente y sus negocios, se puede apreciar a las generaciones resultado de esas migraciones, como José Martín Nomura, nieto de Rinozuke Seto Subio, quien se autonombró al llegar a México como José Nomura.


Las personas de este municipio se han dedicado a recordar sus antecedentes, que vinieron al conocer lo prodigiosa de sus tierras para los cultivos.
Y por eso, en el panteón de Acacoyagua, se puede apreciar en las lápidas, el nombre de los japoneses que se quedaron a vivir en esta tierra, pero también y el de las mezclas generacionales.

En el panteón se puede ver la mezcla cultural, de los apellidos y la arquitectura de las tumbas también es diferente a lo común, se nota en las lápidas, pero que ahora se combinan con las imágenes de la Virgen de Guadalupe, por poner un ejemplo.


























