
Así luce el municipio de Altamirano, luego de los hechos violentos del 29 de septiembre, cuando seguidores del ex presidente Roberto Pinto Kanter, quemaron 43 casas y más de 20 vehículos.


La disputa en Altamirano es por el poder político y comenzó en las elecciones de 2018, cuando la ciudadanía impidió que Gabriela Tipacamú, esposa del ex alcalde Roberto Pinto, tomara protesta y se siguiera extendiendo el cacicazgo en ese municipio que ya llevaba 20 años.
Es por ello que el Congreso del Estado nombró un Concejo Municipal encabezado por María García y como síndico a Gabriel Montoya, a quien también le quemaron su vivienda y quien ha denunciado que Pinto Kanter y Tipacamú buscan la destitución del grupo que logró sacarlo del poder.
Entre el viernes y sábado, hombres armados y encapuchados, afines al comisariado ejidal Rogelio Hernández Gómez, recorrieron el municipio causando destrozos y retuvieron a 26 pobladores simpatizantes del Concejo Municipal, quienes estaban golpeados y sin atención médica.

Y debido a los bloqueos que mantienen los ejidatarios a quienes sindican de la violencia en Altamirano, pobladores tienen que caminar por veredas para poder continuar con sus actividades habituales.
























