
El recuerdo de su hijo lo impulsa a seguir siendo Santa Claus desde hace 16 años
“Muere mi hijo en el 2008 de 23 años de edad, y al siguiente año digo, voy a ser Santa Claus en memoria de mi hijo, llevo 16 años de Santa Claus, este año cumplo 16 años, de 2009 a la fecha; mi hijo murió en el 2018, hace 17 años, por eso sigo siendo Santa Claus y me encantan los niños, me fascinan”.
Jorge Madrigal Bermudez es un maestro de secundaria técnica con 40 años de servicio, en 2008 su hijo falleció, y fue en 2009 cuando empezó a personificar a Santa Claus, como un homenaje a esa sonrisa marchita.
Su formación fue en Bellas Artes, en lo que ahora es nombrada como la Ciudad de México. Con el rostro orgulloso, Jorge revela que es el primer licenciado en Chiapas en Arte Dramático.
“Soy alumno de Bellas Artes de la Ciudad de México, segunda generación de licenciados, el primer licenciado que hay en todo el estado de Chiapas en Arte Dramático, en arte teatral”.
Su fascinación y cariño por las infancias, aunado al recuerdo de su hijo, lo llevaron a adoptar la vestimenta roja y esa estruendosa y profunda risa tan característica que contagia de alegría a chicos, y llena de nostalgia a los más grandes.
A pesar de la noble intención con la que va cargado por las calles de Tuxtla, el maestro Madrigal revela que en varias ocasiones ni el propio Santa Claus reconoce al espíritu navideño entre las personas.
“Repartiendo dulces, cariño, respeto, admiración; no contesto cuando me insultan, dicen groserías, Santa Claus tal, tal, no contesto, digo, ando uniformado hermanito, no puedo contestarte, por la mayoría de la gente son muy hermosos, muy bellos”.
Sus ganas de dibujar una sonrisa en las niñas y los niños lo han llevado a recorrer prácticamente todo el estado, y la satisfacción de lograrlo lo motivan a no abandonar esta loable labor.
“Primeramente tuve cinco hijos, dos en el cielo, el de 23 años y una recién nacida. Viven tres. Los tres son actores, los tres son cantantes, son declamadoras, oradoras, como papá Jorge. A ellos me los quitaron desde muy temprana edad, desde los ocho años, antes de los ocho años me quitaron las dos mujeres, mis hijos. Me los quitaron, me los quito para siempre y por siempre. Entonces, como maestro, pedagogo que soy, le dediqué todo mi cariño, todo mi enfoque, todo mi amor a mis estudiantes de secundaria, primaria, secundaria y preparatoria”.
Aunque llevar sonrisas puede parecer una tarea sencilla, Jorge Madrigal Bermudez explicó que su trabajo como maestro le permite costearse sus gastos para ser Santa Claus, sin embargo, lamenta que en Chiapas no se apoye a las actividades culturales con un enfoque noble y humano.
“No me gusta la mentalidad del chiapaneco en ese sentido. Soy chiapaneco de nacimiento, por supuesto, pero no me gusta que no le guste la cultura, que no le gusta estudiar, que no le gusta prepararse. Somos costumbristas, estamos acostumbrados a tener lo básico y ya.























