
Desde Venezuela hasta Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Shely Alexandra, una joven madre migrante, vive una odisea marcada por el anhelo de un mejor futuro para su hija
Aunque no ha sido víctima directa de maltratos, ha sido testigo de las penurias que sufren otros migrantes.
El cansancio físico y emocional pesa sobre ella y su familia. Este año, no se les dio por festejar las fiestas decembrinas.
Desde el modesto lugar donde renta en Tuxtla Gutiérrez, Shely reflexiona sobre el camino que aún le queda por recorrer. Su determinación no flaquea, y aunque las circunstancias son adversas, su propósito sigue intacto: ofrecerle una vida mejor a su hija.
Shely representa a miles de migrantes que han dejado todo atrás por la promesa de una vida mejor, enfrentando riesgos, desafíos y sacrificios en su camino hacia un nuevo comienzo.
























