
De las 161 mil motocicletas en circulación en el estado, el 10% de los conductores usa equipo de protección, dejando un saldo de más de 100 muertes al año.
En Chiapas, las motocicletas se han convertido en un medio de transporte popular, pero también en un peligro latente. Actualmente, se reportan 161 mil 970 motocicletas en circulación, de acuerdo con cifras oficiales. Sin embargo, su uso ha traído consigo un aumento alarmante en accidentes viales. En 2023, de los 4 mil 065 accidentes registrados, 928 involucraron motocicletas, resultando en un centenar de víctimas mortales.
A nivel nacional, el parque vehicular de motocicletas alcanzó los 7.8 millones de unidades en 2023, un crecimiento del 13% respecto al año anterior, según datos del INEGI.
En Chiapas, el incremento en el uso de motocicletas se ha visto reflejado en un 300% más de presencia en las vialidades, comentó Shiomara Romero Pascacio, fundadora del Organismo en Seguridad Vial en Chiapas.
“El tema de las motos vino para quedarse. Son un factor importante en las vialidades, pero también se han llevado vidas”, destacó Romero Pascacio.
El uso de equipo de protección sigue siendo alarmantemente bajo. Se estima que solo el 10% de los motociclistas en Chiapas usan casco y equipo adecuado, lo que aumenta la probabilidad de lesiones graves o fatales. A nivel nacional, en 2022 se registraron 53 mil 629 accidentes de motocicleta, un aumento significativo en comparación con los años anteriores.
Romero Pascacio también señaló deficiencias en la regulación del uso de motocicletas, como la falta de evaluaciones prácticas para otorgar licencias y la venta indiscriminada de estos vehículos.
“Tramitar una licencia es como pedir tacos: no hay una evaluación práctica. Las empresas que venden motocicletas tampoco piden licencias, lo que facilita que cualquiera acceda a estos vehículos sin conocimientos básicos de manejo”.
La situación en Chiapas evidencia la necesidad de implementar medidas más estrictas en seguridad vial y regulación. Promover el uso de equipo de protección, realizar evaluaciones prácticas para licencias y reforzar la educación vial podrían ser clave para reducir el número de accidentes y salvar vidas.



























