La mañana de este martes el cielo estaba nublado, pero los sueños de Anderson, no; llegó de su natal Huehuetán para ser tratado como un verdadero militar.
La mañana de este martes el cielo estaba nublado, pero los sueños de Anderson, no.
Llegó de su natal Huehuetán, tiene nueve años y es el mayor de tres hermanos.
Anderson padece cuadriplejia espástica, una parálisis cerebral que lo mantiene en una silla de ruedas y en atención constante de sus padres.
Su edad es corta comparada con la infinidad de situación que junto a su familia a sorteado para llegar hasta este día.
Anderson es atendido en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón ubicado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Es un apasionado de la música, a decir de sus padre, tiene muy desarrollado el oído; el sonido de la trompeta de la banda de guerra al parece es de sus favoritos.
Anderson recibió de los Elementos del Ejército Mexicano un trato digno de un verdadero militar.