Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- La ensarta de flor de mayo es una de las tradiciones más arraigadas de la cultura zoque, especialmente de Tuxtla Gutiérrez. En sí, es una ofrenda que se le lleva a las imágenes; surge a inicios del siglo XX y se realiza con el fin de festejar a la Virgen María, razón por la que se festeja todo el mes de mayo, iniciando el día de la Santa Cruz, el día 3 de mayo.
Sara Isabel Martínez Rincón, cronista de Tuxtla Gutiérrez, originaria del barrio del Calvario, explica que el día de la ensarta el prioste, quien recibe a los invitados en su casa, prepara todo lo que conlleva esta festividad o “mequé”. Se prepara con la flor de mayo, el posol, las hojas de plátano, agujas e hilo, las varitas de coco, además de la comida que se ofrece. Al inicio, cuando uno llega a la fiesta, se les recibe con una rica jícara de posol y ya en las mesas están las flores de mayo, puestas en hojas de plátano para conservar la frescura de la flor y así no se marchiten por el calor.
“Los hombres son quienes limpian las varitas de coco y ensartan las flores mientras las mujeres lo hacen con el hilo y la aguja, formando así guías con las flores de mayo, para luego colgarlas en un bambú que posteriormente se ofrece a la imagen.”
“Mientras unos ensartan flores y platican, otros están bailando y así se turnan, entre el baile, la ensarta y la bebida del posol. Una vez que terminaron su labor de la ensarta, se sirve la comida típica, ya sea un estofado de pollo, el puxaxé o pollo en mole, dependiendo del gusto y las posibilidades de los anfitriones. Una vez terminando de comer se levanta la cruz y las guías de la flor de mayo para salir en procesión hacia la iglesia más cercana o, en su defecto, al altar donde tengan a la virgen o al santo que se le festeja.”
Ahora sabemos que la ensarta de flor de mayo se inicia a partir del día 25 de abril, el día de San Marcos, desde que el Monseñor Aguirre Franco le preguntó al maestro Manuel de Jesús Martínez, un notable investigador y promotor de la cultura zoque, sobre los festejos, costumbres o tradiciones se hacían para festejar al santo patrón; entonces, este maestro le comentó que se podría llevar a cabo la ensarta de flor de mayo. Fue a raíz de eso que se iniciaron las ensartas el día de 25 de abril.
Sin embargo, esta tradición en un inicio se llevaba a cabo a partir del día 3 de mayo; durante todo el mes, las señoras de antaño se organizaban para recolectar las flores de la temporada, principalmente las que tenían más aroma, como el jazmín, la flor de coyol, entre otras, para ensartarlas y llevárselas en ramos a la Virgen María como ofrenda.
Hoy día, Sara Martínez comenta que, esta tradición no se ha perdido en su totalidad gracias a las familias tuxtlecas y a las agrupaciones como el Club Chucamay, locatarios de mercados y de más fieles que mantienen vigente esta celebración en algunas iglesias y hogares de colonias, como lo son Copoya, Terán y Plan de Ayala.