Las parteras tradicionales realizan su labor en condiciones de muchas carencias, ya que atienden los partos en sus propias casas, las cuales carecen de los requisitos más indispensables para la atención del parto de manera adecuada y con los requerimientos mínimos de higiene, razón por la cual han tomado la iniciativa de construir sus propios espacios para atender de manera digna a las mujeres embarazadas. Dichos espacios deberán contar con una habitación con su equipamiento necesario: cama, baño completo y herramientas necesarias para la esterilización de los instrumentos que utilizan.

Tener un espacio físico adecuado, digno y con mejores condiciones sanitarias es una necesidad real, identificada y planteada por las mismas parteras. Sin embargo, a este requerimiento, la Fundación Mesoamérica Profunda ha sumado otro objetivo central: reconocer, valorar, preservar y potenciar la práctica de las parteras tradicionales, así como aprender de ella para recuperar gradualmente la solidaridad y el espíritu comunitario. Es en este sentido que se busca la participación activa y consciente de los actores involucrados y beneficiados, lo cual ha conformado un modelo de trabajo donde el 50% de los costos (materiales, trabajo y terreno) lo aporta la red de parteras Red Comunitaria de Salud y Ambiente “Un solo Corazón” A.C. y el otro 50% lo aportan personas solidarias, entre las cuales se encuentran alumnos y maestros del Taller Vertical Proyectos de Impacto Regenerativo.

Durante los semestres Otoño 2016 y Primavera 2017, el taller ha diseñado junto con la comunidad tzeltal tres casas de parto, ubicadas en Kokil, Kotolté y Yashanal. Se utilizan materiales de la zona y se busca rescatar las técnicas tradicionales de construcción. Así mismo, alumnos y maestros del taller construyeron en diciembre de 2016 la casa de parto de la comunidad de Kokil, la cual hoy en día ya se encuentra en pleno funcionamiento con la partera Petrona.

Nuestra próxima meta es construir dos casas de parto más: la primera de ellas en la comunidad de Kotolté (partero Pedro) y la segunda en Yashanal (partera Ana). Las construcciones se llevarán a cabo entre junio y agosto del 2017 con la participación de los 40 alumnos del taller, maestros y la comunidad tzeltal.

Los alumnos y la red de parteras han colaborado en los procesos participativos de diagnóstico, diseño y construcción de los proyectos. Lo cual ha propiciado que los estudiantes desarrollen la capacidad de escucha, diálogo y de entendimiento para proponer proyectos inclusivos que toman en cuenta las necesidades de la comunidad, respetan los usos y costumbres, promueven el intercambio de saberes y apropiados para las dinámicas económicas locales.