Empresarios integrantes de la Coparmex dijeron no al acuerdo planteado por el presidente Enrique Peña Nieto para fortalecer la economía, pues un plan como este no puede construirse en tres días ni utilizarse “como estrategia de comunicación o imagen pública”.
El pasado viernes 6 de enero, el Gobierno Federal propuso a los organismos empresariales agrupados en el CCE, suscribir un documento para presentarlo el lunes 9 de enero como el “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar”.
Aunque el fin de semana se estuvieron discutiendo la estructura y contenido del documento, la propuesta final con el texto fue entregada por el Gobierno Federal a las 11:00 horas de este lunes 9 de enero, 2 horas antes de su firma pública.
Luego de una amplia consulta a los diferentes Órganos de Gobierno y grupos técnicos, así como a nuestros 65 Centros Empresariales en todo el país, la Confederación Patronal de la República Mexicana ha decidido no suscribir el Acuerdo por las siguientes razones:
No estamos en contra del Gobierno, ni de quienes suscriben el Acuerdo, por el contrario: estamos en favor de un acuerdo real, de compromisos concretos, en beneficio de todos los mexicanos.
No solo eso, sino que es justo en este momento cuando el país nos demanda un diálogo real, cara a cara, donde pongamos por delante el Bien Común, antes que cualquier otro interés particular.
Un verdadero Acuerdo Nacional requiere ser inclusivo y producto de una profunda reflexión y proceso de consenso social.
Por otro lado, reiteramos que seguiremos trabajando junto con todos los organismos del Sector Privado, dentro del Consejo Coordinador Empresarial, para generar las condiciones adecuadas para impulsar el desarrollo que todos los mexicanos necesitamos.
Coparmex ha sido reconocida en la sociedad como la “consciencia del sector privado”. Pues bien, es esa conciencia precisamente la que hoy nos impide suscribir un acuerdo improvisado, incompleto e insuficiente.
Ya en el pasado, en el último Pacto del año 1995, la Coparmex ha dado testimonio con la abstinencia de su firma, de la inviabilidad de los Acuerdos que no resultan de un verdadero diálogo social. Que se hacen apresuradamente y cuyos efectos son muy limitados.
Los mexicanos necesitan urgentemente un liderazgo que ponga la mirada en los temas relevantes, que con serenidad los afronte sin miedo, con cambios de fondo, que genere consensos sociales en todos los sectores. Que verdaderamente coloque a México como prioridad.