Alrededor del Panteón Municipal de Tuxtla Gutiérrez hay varios puestos de venta de flores, pero sin duda uno de los más concurridos es el de Guadalupe Gómez, joven de 20años que junto a su familia se dedica a vender este producto.
Alrededor de las 5 de la mañana, Lupita, como le dicen sus vecinos, se levanta junto a sus padres y sus 6 hermanos para comenzar con sus actividades, y es que ellos consideran que “al que madruga, Dios le ayuda”.
Originarios de Zinacantán esta familia decidió mudarse a Tuxtla Gutiérrez para emprender un negocio con el que pudieran subsistir, y gracias al empeño diario consiguieron que su puesto sea de los que más vende.
Pero el éxito no es algo que la familia de Guadalupe consiguió de la noche a la mañana. Esta familia trabaja en conjunto, y tienen una jornada laboral de más de 15 horas, y aunque por momentos llega a ser agotador para ellos el trabajo es de lo más importante en la vida.
Esta familia no está expensa a lo que el gobierno o asociaciones civiles desee darles. Ellos trabajan de lunes a domingo y no saben si en la ciudad hay conflictos, porque para Lupita y su familia la vida se basa en amar a la familia y a conseguir las cosas a base del trabajo y el respeto a los demás.