Su nombre es Sósimo García Mérida, tiene 80 años de edad, de estos más de 50 años se ha dedicado a vender nieves en la capital chiapaneca, una receta que heredó de su padre y que ahora es de las más conocidas de la ciudad. Don Sósimo, no es de Juchitán como mucha gente cree por su mote, de hecho el mote se los pusieron unos jóvenes estudiantes de la “Prevo”, que eran originarios de Oaxaca, y en forma de cotorreo comenzaron a llamarle así.
El sobrenombre ha sido todo un éxito, al grado de que todos lo conocen como “El Juchi”. A pesar de los años, “El Juchi” no deja de trabajar. Él se levanta muy temprano para preparar junto a sus familiares y trabajadores las nieves de limón, vainilla, fresa y frambuesa. De su casa sale a las 10:00 de la mañana con rumbo a la Prepa 1. En ocasiones pasa a vender a otras escuelas pero casi siempre regresa a su hogar a las 04:00 de la tarde para tomar un merecido descanso.
“Comencé a vender en la Prevo y fue gracias a que los jóvenes que se fueron a estudiar a la Prepa 1, que me dijeron que les fuera a vender allá, es que yo decidí vender en esa preparatoria. He visto pasar a muchas generaciones, ahora llegan con sus hijos a comprarme.
Algunos han sido diputados y son licenciados exitosos. Este oficio me ha ayudado a sacar adelante a mi familia pero sobre todo me ha dejado muchos amigos”, comentó.
Las nieves de “El Juchi” han tenido tal éxito que actualmente sus hijos y algunos nietos han puesto neverías en diferentes puntos de la ciudad. De hecho, Don Sósimo también vende nieves en su casa, ubicada en la 15 oriente entre 1ª norte y Avenida Central.
“Este negocio ha sido muy noble, pero todo se lo debo a la gente que compra mis nieves. Ahora mis nietos tienen su negocio y les va muy bien. Son nieves hechas con mucho amor y la gente sabe que son de calidad”.
Por la ciudad anda en “El Juchi”, va acompañado de su fiel carrito amarillo, en el que lleva su gran pasión y su amor por las nieves.
