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Los elotes preparados es  uno de los alimentos más buscados por los visitantes al Parque de la Marimba de Tuxtla Gutiérrez.

Alrededor del Parque  hay varios puestos en los que venden elotes,  esquites y chicharrones preparados pero sin duda uno de los más populares por su gran sabor  son  los de doña Ana María Santis Gómez.

Doña Mari Marimba, o la güera como la llaman los tuxtlecos  tiene más de 30 años dedicándose al negocio de los elotes, el cual lo inició por la necesidad de ayudarle a su esposo con los gastos del hogar y así sacar adelante a sus ocho hijos.

IMG_8923La Güera comenzó este oficio en la banqueta de la escuela Rodulfo Figueroa  y gracias a que tuvo éxito los estudiantes de las escuelas cercanas llegaban a comprarle, esto obligó a Doña Mari a ir a la salida de la secundaria Adolfo López Mateos  para tener un poco más de ganancias.

 

Pero Doña Mari sabía que esto no era suficiente para ayudar en la casa, así que decidió  vender por las noches  en la  zona poniente de la Avenida Central,  de hecho ella recuerda  perfectamente la construcción del Parque de la Marimba, lugar que ha sido pilar para que hoy la güera sea considerada una de las mejores eloteras de la capital chiapaneca.

Doña Mari cuenta que desde las 5 de la mañana acude al mercado a comprar los mejores elotes,  así como los insumos que necesita para su elaboración. Alrededor de las 9 de la mañana regresa a su hogar y comienza a preparar todo.

Al medio día ella, junto a sus ayudantes prepararan el carrito en donde trasladarán la venta, de ahí Doña Mari deja su faceta como microempresaria e inicia con la de ama de casa.

Ve a sus hijos, a su esposo, prepara la comida y hasta cuida a uno que otro de sus nietos. Es hasta las 6 de la tarde cuando Doña Mari sale de su casa y su bicicleta para llegar hasta la esquina de la 1ª norte y 8ª poniente  y así comenzar a vender sus famosos elotes.

El éxito de Doña Mari ha sido tan grande que  con la ayuda de sus hijos creó el “chayoesquite”,  el “chicharrón pichi” y la “papatarolazo”, y gracias eso ya cuenta con un local establecido, en donde los comensales pueden disfrutar de los tradicionales esquites pero en un ambiente totalmente diferente.

La vida no ha sido fácil para Mari Marimba,  y es que en estos años de elotera ha tenido que lidiar con desalojos por parte del gobierno, además de envidias de otras vendedoras y por qué no del cansancio de dedicarle casi todo el día a su negocio.

“Mis elotes llevan un chile dorado,  y mi queso es especial aunque sea caro, porque yo no trato de ganar porque para mí lo más importante  son mis clientes, y gracias a que se le da un elote de calidad y un buen trato es que tengo la preferencia de la gente”.

Actualmente a la semana Doña Mari vende más de 700 elotes  y más de 21 ollas de granos para los elotes en vaso y sus diferentes especialidades.

 
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