Erika Espinoza/ Alerta Chiapas
Cuando pensamos en prostitución, por lo regular nuestra mente se va a zonas alejadas de la ciudad, pensamos en prostíbulos o table dance, lugares que vemos tan lejanos a nuestra realidad cotidiana. Sin embargo, “el negocio más antiguo del mundo” se encuentra -literal- a la vuelta de la esquina… o de cualquier parada de transporte colectivo.
En Tuxtla Gutiérrez, la misma calle por la que pasas para ir al trabajo o llevar a tus hijos a la escuela, la misma donde en el día compras ropa, medicinas o libros, el banco en el que realizas tus operaciones bancarias, de noche se convierte en zona de oferta y demanda.
Cuando los negocios diurnos cierran, “ellas” salen. Sí, “ellas”, porque hay de todo: mujeres, hombres, travestis, transexuales, de todas las edades, para todos los gustos y de variados precios. Tal vez no se exhiben en vitrinas, como en algunas ciudades europeas, pero sí a lo largo de las calles y avenidas del primer cuadro de la ciudad, poniéndose sus “mejores garras”.
Un centro dividido
“Aquí hay de todo, para todos los bolsillos también hay, depende de lo que uno quiera y pueda pagar. Lo malo es que con la oscuridad y a esas horas, uno se puede confundir, algunas se ven tan chulas que hasta parecen viejas, y uno se va con la finta”, relata un taxista del turno de madrugada, al que le han tocado clientes que le piden los lleve a buscar diversión.
Según los conocedores, es decir taxistas anónimos que cada noche recorren la zona y ya hasta sus conocidas tienen -quienes les pasan un “moche” por llevarles clientes-, el centro se divide en cuarto sectores: en la zona Norte Poniente se encuentran las más económicas o accesibles, que son auténticas mujeres.
En el Norte Oriente están las trans, las que “dan el gatazo” y cada vez traen menos ropa para “dejar ver la mercancía”, ellas ofrecen precios variados. Al Sur Poniente de la capital encontramos de todo -hombres, mujeres y transexuales-, aunque el territorio se encuentra en conflicto porque diversas bandas o pandillas se pelean las esquinas y los clientes, y las VIP, “las mejorcitas”, se encuentran en la zona Sur Oriente.
Este es el panorama general, basta con pasearse por estas calles despuesito de las 10 de la noche para verlas en acción. De la 2a. Norte a la 6a. Poniente, abundan las “chicas” con minifaldas, vestidos de red, altísimos tacones, maquillaje casi profesional y blusas transparentes que no dejan nada a la imaginación; le hacen ojitos a cualquier carro que se acerque, sobre todo si son camionetas.
En la esquina de la 1a. Sur y 5a. Poniente vemos mujeres no tan jóvenes, las menos careras, en grupitos de dos o tres que se paran cerca de una posada, para tener cerca el “espacio de trabajo”. Su vestimenta es más discreta, pero también tienen su clientela.
“Como entre 11 y 12 de la noche es que se acercan más señores a esta zona, buscando a las muchachas, se nos acercan y nos preguntan si sabemos dónde encontrarlas y ya nos dice cómo la quieren, pero pues solo sabemos lo que oímos”, dice un chiclerito entre risas.
Trabajan sin seguro
La práctica sexual es un factor de riesgo para ellas, debido a tantas enfermedades que se pueden contraer, ni hablar de los embarazos no deseados. Por eso, la única zona donde de alguna forma se tolera el sexoservicio es en la llamada Zona Galáctica debido a que se ejerce un control sobre las trabajadoras.
El secretario municipal de salud, Mario Ernesto Velasco Zenteno, señala que para regular esta práctica se realizan análisis a las mujeres en dicha zona, pero en el caso de las que laboran en el centro capitalino no puede haber un control, ya que no es un lugar establecido para dicho fin.
Por eso, lo que se realiza en conjunto con la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) son revisiones a algunos hoteles de paso del centro, donde se presume que se practica sexoservicio, de hecho desde hace algunos meses se han clausurado 8 casas de citas al norponiente de Tuxtla, y un hotel cerca del mismísimo Parque Central.
“Hay algunos casos particulares de centros que todavía están en construcción en la Zona Galáctica, en esos casos mientras concluyen operan en la capital, con la debida regulación, porque una cosa son los hoteles, aparte están los moteles o hoteles de paso”, expresó.
Estos últimos son de permanencia menor, y deben reunir ciertas reglas sanitarias normadas por el Estado; así, el encontrar evidencia en un hotel no autorizado, como preservativos por ejemplo, constituye una violación a la ley y amerita una sanción.
En el día resulta complicado transitarlo por el tráfico, el ambulantaje y las manifestaciones, de noche se trata de una zona que no descansa, que labora 24 horas al día. La única diferencia es que algunos negocios abren de día, y otros al caer la noche.